FERNANDO INÉS CARMONA - DOMINGO, JULIO 22, 2012. LA JORNADA VERACRUZ.
Orizaba,
Ver.- La corrupción y negligencia de los inspectores tanto de la
Secretaría del Trabajo, tanto federal como estatal, provoca que el
sector patronal no cumpla con las medidas de seguridad e higiene. Estas
condiciones son el origen de accidentes, algunos de funestas
consecuencias. Lo peor de todo “es que las autoridades conocen de las
irregularidades, pero las solapan”, refirió Jorge González Rojas,
dirigente del Frente Unificador de Trabajadores Urbanos y Rurales
Organizados (Futuro).
Lamentó que sean las propias autoridades
del trabajo tanto del estado como de la Federación las que evadan la
responsabilidad legal que les corresponde.
“Tenemos el caso de la
empresa Tenería Company en donde evidentemente se faltó a la
normatividad en materia de seguridad e higiene, este escenario debe
servir como llamado de atención para que las autoridades del trabajo e
incluso del Seguro Social, realicen inspecciones periódicas para evitar
más desgracias de este tipo”, refirió.
Señaló que la Ley Federal
del Trabajo en el artículo 490 “establece que la indemnización de
trabajadores que fallezcan en un accidente en el interior de la planta
que se desprenda de negligencia patronal pudiera aumentarse hasta en un
25 por ciento, a juicio de la Junta de Conciliación, sobre todo cuando
se comprueba que el área de trabajo en donde fueron confinados los
obreros no cumple con las disposiciones legales para la prevención de
riesgo de trabajo”.
En términos generales, dijo, las empresas de
la zona pueden incurrir en las violaciones a la Ley Federal del Trabajo,
“pero que son permitidas y solapadas por la autoridad laboral, ya que
los inspectores no realizan bien su labor. Esto es comprobable con el
accidente en esa empresa en donde quedó demostrado que los trabajadores
no contaban ni con la capacidad ni el equipo de seguridad
correspondiente que les pudo evitar la muerte”.
“Es vergonzosa la
complicidad de los dirigentes sindicales que se auto silencian y que
con su actitud permitieron que sus compañeros desempeñen labores sin las
normas mínimas de seguridad y de paso los exponen al peligro como
ocurrió en este caso”.
Sería bueno, recomendó, que la Secretaría
del Trabajo, federal y estatal, den a conocer el listado de aquellas
empresas que cumplen, con todas normas de seguridad e higiene, “porque
estamos seguros que muchas de ellas simplemente no las aplican
pero que se pueden arreglar en base a las acciones de corrupción en las
que incurren los propios inspectores de las dependencia encargadas del
ramo”.
En resumen, consideró que los tiempos son cíclicos, “hoy
los obreros trabajan como en los tiempos de Porfirio Díaz, no tan sólo
con salarios paupérrimos, sino que ajeno a los derechos laborales y en
algunos casos, subcontratados por empresas que evaden toda
responsabilidad legal”.
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