LEOPOLDO GAVITO NANSON - JUEVES, JULIO 19, 2012. LA JORNADA (VERACRUZ).
Justo
dos semanas después del domingo electoral fue el aniversario luctuoso
de Gustavo Díaz Ordaz. López Portillo, a la muerte de Francisco Franco,
restableció las relaciones diplomáticas con España y mandó en 1977 a
Díaz Ordaz como representante de su gobierno a España, luego de 40 años
de franquismo. No había pasado una década del 68.
Al entrevistar
al ex presidente, la prensa puso el interés en los acontecimientos del
68 antes que en su nombramiento. En esa ocasión, abril de 1977, Díaz
Ordaz le contestó a un reportero: “No estoy de acuerdo con usted en que
hay un país antes de Tlatelolco y otro país después de, ése es un
incidente remoto... Va a España un mexicano limpio, que no tiene las
manos manchadas de sangre... Pero de lo que estoy más orgulloso de esos
seis años de mi gobierno es del año de 1968, porque me permitió servir y
salvar al país, les guste o no les guste, con algo más que horas de
trabajo burocrático, poniéndolo todo, vida, integridad física, peligros,
la vida de mi familia, mi honor y el paso de mi nombre a la
historia. Todo se puso en la balanza, salimos adelante, y si no hubiera
sido por eso, usted no tendría la oportunidad, muchachito, de estar aquí
preguntando”.
Después de 12 años de fatalidad panista en el
gobierno, los reflejos priístas renacen como fénix. Nunca murieron.
Enrique Peña Nieto en ese memorable 10 de mayo de su visita a la
Iberoamericana afirmaba respecto a Atenco que fue un hecho que “sin duda
dejó muy en claro la firme determinación del gobierno de hacer respetar
los derechos de la población del estado de México. Que cuando se vieron
afectados por intereses particulares, tomé la decisión de emplear el
uso (sic) de la fuerza pública... para restablecer el orden y la paz; y
que en el tema lamentablemente hubo incidentes que fueron debidamente
sancionados y que los responsables de los hechos fueron consignados ante
el Poder Judicial. Pero, reitero, fue una acción determinada
personalmente, que asumo personalmente, para restablecer el orden y la
paz en el legítimo derecho que tiene el Estado mexicano de hacer uso de
la fuerza pública”.
El ejercicio viene a cuento por un
acontecimiento que involucra la libertad de expresión y periodística en
los años por venir en caso que efectivamente Peña Nieto asumiera el
poder. En febrero, frente a un foro estudiantil en León, el periodista
Pedro Ferriz de Con, quien durante la campaña mostró siempre abierta
simpatía por Josefina Vázquez Mota, externó sus opiniones sobre Enrique
Peña Nieto. Es un ignorante, fue lo primero que dijo, luego que es un
hombre que pertenece a un sistema acostumbrado a robar, sus
colaboradores son multimillonarios que hicieron sus fortunas en el
sistema político mexicano. Caracterizó a Peña Nieto como un “arrogante
del sistema político surgido de Atlacomulco de donde han salido grandes
sátrapas” para luego hacer referencia a una comida a donde también
asistió Peña Nieto, quien llegó con un copete de Astroboy, dijo entre
varias cosas más.
Al principiar esta semana a Pedro Ferriz le
fueron cancelados sus contratos y programas noticiosos en Cadena Tres
Noticias y su columna El búho no ha muerto, en el periódico Excélsior,
no apareció. Dicho de otro modo, sus espacios periodísticos fueron
cancelados en el llamado Grupo Imagen perteneciente al Grupo Empresarial
Ángeles de Olegario Vázquez Raña.
Sin explicaciones oficiales de
los porqués, hay quienes presumen presiones del PRI peñanietista. Desde
luego es posible, pero no parecería prudente que el equipo de
candidato, cuestionado como lo está, escogiera de botepronto el camino
de la censura antes siquiera de haber sido declarado candidato electo.
Aunque la apurada reunión del martes con Felipe Calderón en Los Pinos no
necesariamente sugiere prudencia.
Sin mayores datos, a ojo de
buen cubero, parece más verosímil que hayan sido los Vázquez Raña como
conspicuos personajes oligarcas de poder fáctico quienes prescindieran
de Ferriz de Con por su posición y opiniones respecto a Peña Nieto.
No
es menor el asunto. ECP no comparte en absoluto las opiniones ni la
línea editorial de Ferriz de Con, pero es un periodista que expresa su
opinión con claridad en ejercicio de su libertad, como fue el caso de su
crítica a la falta de equidad en la elección y la compra de
votos del PRI. La forma en que se suspendieron sus espacios sin mayor
explicación sugiere censura. Es posible que el motor de la decisión haya
surgido del equipo de Peña Nieto. O no. También es posible que el
motivo sea la familia Vázquez Raña que, propiciatoria, descabeza a un
crítico para agradar al priísta. Cualquiera que sea el caso el hecho es
una mala señal para la libertad periodística y conviene estar muy
atentos a los acontecimientos futuros. La maquinaria del sistema trabaja
toda para validar a Peña Nieto como ganador, de ahí su reunión con
Felipe Calderón, casi como si ya fuera presidente electo para, según se
dijo, hablar del proceso de transición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario