CIUDAD
DE MÉXICO (CNN/ México) — “Resignada”, “conformista”, “apática”. Así
califica la Dra. en Ciencias Políticas Denise Dresser la pasividad de la
ciudadanía que durante décadas ha permitido que crezcan los problemas
de México. Como solución, la académica plantea 10 acciones para que los
ciudadanos impulsen cambios en la situación política, económica y social
del país.
Que los mexicanos recojan la basura que encuentren
afuera de sus casas es un primer paso para que México deje su condición
de “rezago”, sostiene Dresser. Ese hábito permite a la ciudadanía
“apropiarse de un espacio público”, sentir que forma parte de un entorno
social que le corresponde defender frente a los abusos de las
autoridades de todos niveles.
“Creo que en México se educa para
la genuflexión (reverencia) frente al poder, y yo parto de la premisa de
que todos esos senadores y diputados son en realidad nuestros EMPLEADOS
y hay que tratarlos como tales”, dijo la politóloga internacionalista
en entrevista con CNN/ México (televisión / radio).
“Un
empresario no permitiría que alguien en su empresa malversara fondos, se
ausentara, hiciera daño a la compañía, y después de tres años saltara a
otro lugar. Y si ahí no se permitiría ese comportamiento irregular,
¿por qué permitimos que diputados, senadores, gobernadores, presidentes
de la república y municipales lo hagan con nuestro país?”, agregó.
Entre
los problemas más graves, la académica enumeró la falta de RENDICIÓN DE
CUENTAS de los funcionarios públicos, los GASTOS excesivos de los
PARTIDOS políticos, la corrupción y la mala calidad en los bienes y
servicios públicos. Gracias a ellos, afirmó, México está “rezagado”
respecto de otros países en áreas como la productividad, la innovación,
el combate a la pobreza, y la CORRUPCIÓN.
“Lo que estoy
proponiendo son formas de participación CIUDADANA ACTIVA que trascienden
el voto, formas de exigencia y formas de comportarse frente a la
autoridad, que son un componente esencial de la ciudadanía
independiente”, dijo Dresser al hablar sobre su más reciente libro, El
país de uno.
Una de sus propuestas es que las personas se
informen sobre la situación del país a través de los medios impresos en
lugar de recurrir a la televisión. Afirma que las dos cadenas mexicanas
—Televisa y TV Azteca— tienen coberturas informativas sesgadas porque
responden a “sus propias agendas políticas, a sus negocios y NO a las
necesidades CIUDADANAS”.
La académica, profesora y doctora del
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) de prestigio
internacional, también dice que los ciudadanos deben ser críticos con
las instituciones del Estado (procuradurías, municipios, delegaciones,
etc.) y votar “razonadamente” para utilizar el sufragio como un
mecanismo para premiar o castigar a los políticos según su desempeño. El
PRI ya abusó demasiado de este país. No es posible que regrese al PODER
por la puerta grande. Llama a establecer un “marcaje personal” a los
legisladores para vigilar su función y a impulsar una reforma política
que cree espacios de participación, como la reelección, las candidaturas
independientes, la iniciativa ciudadana y la consulta popular.
En
materia de seguridad, exhorta a cuestionar la estrategia anticrimen
adoptada por el gobierno federal desde 2006 y exigir que sea modificada
para detener la violencia, pero sin caer en componendas con el crimen.
En
educación, plantea demandar reformas que eleven la calidad educativa en
todos los niveles, rompiendo el MONOPOLIO del SNTE y su dirigente
vitalicia y, en economía, que la gente se oponga a los monopolios que
operan en México —en televisión, telecomunicaciones, electricidad y
petróleo—, evite adquirir sus servicios y exija más opciones en el
mercado nacional.
Su décima recomendación es el uso intensivo de
las redes sociales, a las que considera un espacio para que ciudadanos
con intereses comunes se unan, se organicen y presionen a las
autoridades en busca de cambios. Las redes sociales NUNCA deberán ser
controladas por el gobierno, son los espacios de los CIUDADANOS LIBRES.
Asegura
que un ejemplo de organización CIUDADANA exitosa se registró en las
elecciones legislativas de 2009, cuando un grupo de personas promovió
anular el voto en protesta contra el régimen político mexicano. Los
votos en blanco sumaron más de 1.8 millones —5.3% de la votación total,
de acuerdo con el Instituto Federal Electoral (IFE)— y las demandas de
ese movimiento, como la reelección o las candidaturas independientes,
fueron retomadas por los partidos burocráticos en sus propuestas de
reforma política.
“(También están) la movilización de los
tuiteros en contra de los impuestos a internet o las movilizaciones de
jóvenes que vemos en contra de personajes de la vida pública que no
rinden cuentas. (…) que se pasean por el mundo como reyes y emperadores.
Son ejemplos incipientes de esa participación, sobre todo de jóvenes”,
dijo la académica.
“Hay un problema muy grave que ilustra la
brecha entre gobernantes y gobernados, y cómo los gobernados no están
cumpliendo con el papel que les toca, que es el de la EXIGENCIA y la
participación permanentes”, los gobernadores y presidentes municipales,
abusan, señaló. “Los gobiernos justos se hacen a base de ciudadanos
exigentes, no de ciudadanos apáticos y bobalicones; no hay de otra en
este mundo terrenal”.
(Cortesía CNN / México).
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