Lunes 03 de diciembre de 2012
Abida Ventura y Xóchitl Rangel Reportera y corresponsal | El Universal.
PUEBLA, Pue. —La demolición de una casa construida entre los siglos XVII y XVIII como parte de la construcción de la terminal de un teleférico en el Barrio del Artista de la ciudad de Puebla, ha causado indignación entre académicos y especialistas en protección del patrimonio, así como en miles de ciudadanos, quienes aseguran que atenta contra la arquitectura del Centro Histórico de esa ciudad, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.
Mientras que en las redes sociales, blogs y diversas páginas en Internet circula una carta donde investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) piden la suspensión de la obra porque pone en riesgo el patrimonio de la ciudad, miembros del Comité en Puebla del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), gestionan ante la UNESCO un dictamen de daños en esta zona de monumentos históricos, y desde la semana pasada enviaron a la Secretaria de la Función Pública una carta para que ésta evalúe y aplique las sanciones correspondientes a las instituciones o funcionarios responsables de la destrucción del inmueble.
El edificio, conocido como La Casa del Torno, formaba parte de los mesones que en el siglo XVIII hospedaban a mercaderes de México y Veracruz que llegaban a vender sus productos a Puebla. A mediados del siglo XX, la casa fue donada a José Márquez Figueroa, uno de los principales impulsores del Barrio del Artista, quien instaló ahí su taller; antes de su demolición había ahí oficinas del gobierno del estado. Hoy, la casona, en la calle 8 Oriente 414, se ha reducido a escombros.
En su lugar, se planea la construcción de una monumental estructura (80 metros) que funcionará como estación del teleférico que conectará a los Fuertes de Loreto y Guadalupe y al Centro Histórico. El proyecto del “Corredor Turístico Los Fuertes-la Catedral”, forma parte de las obras que el gobierno del estado emprendió para “mejorar” la ciudad con miras al Tianguis Turístico Mercantil de marzo de 2013.
La casa fue demolida a principios de noviembre y actualmente, los avances de la obra contemplan la cimentación, así como la colocación de las dos estaciones de transferencia y tres torres –de aproximadamente 80 metros de altura- que soportarán los cables de las unidades del teleférico.
Ante las acusaciones de la destrucción del patrimonio, las autoridades municipales y estatales argumentan que la casa ya no tenía un valor histórico porque ya había sido intervenida hace 20 años para conectarla con un puente peatonal que conduce al Centro de Convenciones Puebla, al otro extremo del Boulevard 5 de mayo.
Según Antonio Gali Fayad, titular de la Secretaría de Infraestructura de Puebla, el inmueble no está catalogado como monumento histórico pero el proyecto original incluye la reconstrucción y rehabilitación de la fachada del lugar.
“Teníamos el permiso, nosotros nunca hemos hecho algo sino tenemos la presencia del INAH o la autoridad competente. No se dañó ningún monumento”, dijo el funcionario, y afirmó que la responsabilidad de la construcción del teleférico, compete a la Secretaría de Transportes .
Felipe Velázquez, secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública del Ayuntamiento, reiteró que el gobierno municipal sí avaló las obras para la edificación del teleférico mas no la demolición de la casona. Pese a ello, justificó la expedición de licencias para la obra.
Investigadores del INAH e integrantes del ICOMOS Puebla, aseguran que el inmueble sí se encuentra en el catálogo federal del INAH, por lo tanto que estaba protegido por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas y por un decreto estatal.
“El inmueble que debía ser conservado y preservado por todas las autoridades, independientemente de que si tiene una modificación o si había tenido algunas adecuaciones, pues casi todos los inmuebles actualmente tienen modificaciones. Eso no puede ser un pretexto para no conservarlo”, dice la coordinadora del ICOMOS Puebla, Adelaida Ortega.
El arquitecto y Dr. en Urbanismo Francisco Vélez Pliego, presidente del Consejo Ciudadano de Centro Histórico y Patrimonio Edificado, afirma que este acto y las intervenciones en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, son “una muestra del menosprecio que el gobierno estatal tiene con el patrimonio cultural poblano. Dicen que no tiene un valor porque ya contaba con una intervención, con esos criterios sería posible demoler Palacio Nacional”, añade.
La arquitecta restauradora Adelaida Ortega sostiene que la construcción del teleférico alterará la imagen de la zona. “No nada más es una torre, son varias torres las que se van a construir y alterarán el contexto histórico de la ciudad”. La especialista en restauración de monumentos explica que la semana pasada el Consejo envío una carta a la Secretaria de la Función Pública Federal para que “revisen la actividad que se está desarrollando al interior de cada una de las instituciones de gobierno porque ninguno está cumpliendo con la parte que le corresponde”. En el caso del INAH, explicó, es evidente que cometió una irregularidad al autorizar la ejecución de la obra: “No puedes hacer una cimentación en un terreno si no haces una demolición. El INAH al declarar que autoriza una cimentación, implícitamente autoriza la destrucción. Eso es grave, porque debe saber perfectamente lo que está autorizando”.
Comentó que se ha contactado a autoridades de la UNESCO/ internacional y se espera el dictamen con el respaldo de especialistas internacionales, para detener la destrucción.
Investigadores INAH impulsaron la firma de una carta al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en la que exigen que se detenga la construcción del teleférico, pues el patrimonio de Puebla se verá “avasallado por estructuras metálicas”. “Serán muy graves las afectaciones al entorno paisajístico de ese sector de la zona de monumentos. Puebla puede llegar a perder el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad con tantas afectaciones, y, vergonzosamente, pasar a engrosar el número de casos con Patrimonio en Riesgo”, señala la misiva. (cortesía del colectivo universitario de la BUAP/ ICSH).
(El Universal).
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