El teleférico NO debe construirse en una ciudad colonial de los siglos XVI, XVII y XVIII.
El Consejo Ciudadano del Centro Histórico (CH)
y del Patrimonio Edificado del Municipio de
Puebla, enviará al presidente, Enrique Peña
Nieto, una carta en la que le piden su
intervención para que no se permitan las obras
del Teleférico y es que alertan de daños
irreversibles al patrimonio poblano.
En el marco de la conmemoración de los 25
años de la denominación del Centro Histórico
como Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO (1987), académicos, investigadores,
catedráticos y ciudadanos, develaron la placa
alusiva a esa celebración además de que
realizaron la plantación de un árbol de encino,
como acción simbólica. El Dr. en planeación
urbana y restauración de edificios históricos
Francisco Vélez Pliego, director del señalado Consejo, manifestó que la intención del documento es hacernotoria que además de ese proyecto, otros ya concretados - caso concreto el Viaducto Zaragoza – estándestruyendo la traza original de la ciudad de Puebla.
De manera sincronizada a ese acto, ciudadanos y también investigadores universitarios, encabezados por la Dra. en Arquitectura Montserrat Galí Boadella, secretaria ejecutiva de la Fundación Manuel Toussaint, realizaron una manifestación con cientos de ciudadanos en la que sentenciaban "No a la destrucción. No al teleférico", portando lonas y pancartas, recibiendo apoyo de sus homólogos que atestiguaban el acto protocolario en el zócalo de la capital, frente a catedral.
En tanto que el Consejo Ciudadano del Centro Histórico y del Patrimonio Edificado del Municipio, reveló el documento en el que se expone que el Gobierno del Estado, así como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) - federal y en su delegación local - están cometiendo arbitrariedades en la aprobación de proyectos. Nuevamente el Teleférico y el Viaducto Zaragoza, fueron expuestos como ejemplos en una supuesta falta de consistencia en los expedientes, por lo que para la aprobación del Teleférico piden que el proyecto se haga público y que el INAH se apague a la normatividad que presume para que no se altere, dañe o pierda el patrimonio local.
Rodeados de los medios de información de la capital, lamentaron la postura de la administración que
encabeza el gobernador y el presidente municipal, a quien le han señalado en reiteradas ocasiones las
consecuencias que podrían tener los proyectos “modernizadores” que se están planteando.
"Apreciando que la destrucción del patrimonio edificado conlleva a la pérdida de nuestro legado histórico afectando social y culturalmente a los habitantes de la ciudad, menoscabando su derecho al disfrute de los bienes tangibles e intangibles que forman parte de su identidad; aunado a las repercusiones económicas negativas que de ello deriven al afectar las cualidades que permitieron solicitar en su momento la inscripción de Puebla en la lista del Patrimonio Mundial (UNESCO;1987) y que la han convertido en un sitio atractivo para el turismo cultural internacional; convencidos de que nuestro Centro Histórico necesita rescates y restauraciones urgentes (casonas que se están cayendo, fachadas maltratadas, iluminación inadecuada en edificios históricos), ni destrucciones sistemáticas de los cerros de Loreto y Guadalupe (Agencias).
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