martes, 15 de febrero de 2011

EL MUNICIPIO MEXICANO: 100 AÑOS DESPUES DE LA REVOLUCIÓN

Jesús Víctor García Reyes* / DIARIO EL MUNDO


            El municipio mexicano y sus ayuntamientos (cabildos), son uno de los componentes del sistema político centralista y autoritario más lastimados en sus atribuciones, facultades y derechos.

           Desde el Congreso constituyente de Querétaro (1917), los diputados liberales y de izquierda impulsaron propuestas que permitieran el desarrollo integral de sus ciudadanos.100 años después los municipios mexicanos se debaten entre el endeudamiento, la improvisación, y el control de los gobernadores.
En Veracruz, el 92.7% de los municipios de la entidad NO tiene capacidad financiera de sobrevivencia propia. El 72.3%tiene deudas enormes con el gobierno del estado y otras entidades públicas, lo que lo hace vulnerable en su relativa autonomía y le dificulta el ejercicio de gobierno.

           ¿Qué hacer ante estas situaciones?. Para el 2011, los municipios veracruzanos estarán a merced de la inequitativa presupuestación que cada tres años los Congresos locales realizan. Desde ahí empieza el control a los nuevos presidentes municipales y sus cabildos. Esta situación la tienen que empezar a atender desde ahora los nuevos diputados, principalmente los de oposición al centralista (que no federalista), gobierno del estado.

           Los municipios veracruzanos se debaten entre la corrupción y la NO rendición de cuentas. El subsistema político veracruzano está concentrando una fuerte carga de IMPUNIDAD. La justicia no está sirviendo para nada. Los procesos judiciales son largos y costosos, y se continúa castigando a los pobres e indefensos, pero no a los pudientes e influyentes empresarios y/o funcionarios públicos.

           La profesionalización de los servidores públicos municipales es caótica. Las nuevas tecnologías en materia de gestión, gerencia y administración pública ni se conocen. Recientemente estuve en un encuentro entre personal “entrante” a los gobiernos municipales para el 2011 en la región centro de Veracruz (altas montañas), y pude apreciar la carencia de criterios y juicios sustentados en lógica
y metodologías propias para gobiernos municipales. Esto es espantoso, me dije, con enfoques basados solo en el “sentido común”, estos próximos funcionarios no podrán llegar muy lejos y serán fácilmente presas del control del próximo gobernador y su gabinete.

           Poco se podrá esperar del Congreso local entrante. Su composición lo hace afín al grupo más atrasado (década de los años 50-60 del siglo XX) del PRI veracruzano. La cultura del entreguismo y el seguidismo refleja claramente los bajísimos niveles profesionales y culturales de los próximos diputados locales.

           La oposición política (lo poco que queda de ella), tendrá que hacer un esfuerzo sobrehumano para, siquiera, dejarse entrever un poco. Serán bloqueados sistemáticamente, esa será la estrategia política que se prevé a corto plazo. La oposición tendrá que voltear su atención a los ciudadanos “comunes”, apoyarlos a que se organicen y entre ambos IMPULCEN reformas de fondo: rendición de cuentas, presupuesto orientado al crecimiento social, transparencia en la impartición de la justicia, inversión en infraestructura para crear empleo, elevación del índice de calidad ciudadana, redistribución de la riqueza generada vía mejor salario, oferta de vivienda, mejores prestaciones, servicios de calidad y oportunos.

            Vienen tiempos (2011-2016) muy difíciles para los veracruzanos. El próximo gobierno del estado, sea de un partido o de otro (no se sabe aún, pues el ganador “oficial” del PRI está impugnado en el TFE), tendrá que romper con el “parroquialismo”, con el gobierno de grupillos de poder, y atreverse a gobernar con políticas públicas de puertas y ventanas abiertas y luces encendidas. Hay mucha corrupción en el gobierno del estado, en el Congreso, en el Instituto Electoral Veracruzano, en la CDH local y todo ello, está afectando el desarrollo económico y el crecimiento social de sus ciudadanos. De esto no tengo duda alguna, las investigaciones académicas y los datos duros que las sustentan, van confirmando poco a poco nuestras hipótesis de trabajo político regionales.


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*** Politólogo y Dr. en Administración Pública (UNAM, INAP, IAPEP). Coordinador del Centro de Estudios Ciudadanos y para el Desarrollo Municipal de Orizaba. Autor del libro “La Gestión Municipal de Calidad con Participación Ciudadana”, 2003, 200 páginas ( en librería el NARDO de Orizaba).

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