viernes, 29 de junio de 2012

Un pueblo tiene el gobierno que se merece…

HÉCTOR ANATOLIO VIDAL - JUEVES, JUNIO 28, 2012. LA JORNADA (VERACRUZ). 

"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales". 

Bertolt Brecht

Un pueblo tiene el gobierno que se merece o un pueblo está siempre encima de las expectativas de su gobierno, ese es un gran dilema. En las democracias modernas, la responsabilidad de la adecuada conducción de un Estado corresponde tanto a gobierno y sociedad, los primeros tienen la batuta de las instituciones de un país, los segundos de escoger bien a sus gobernantes y verificar día a día que su gobierno cumpla cabalmente su responsabilidad.

La retahíla de promesas que los candidatos a la Presidencia de la República nos recetaron por 90 días, no son nada nuevo, lo novedoso sería que cumplieran. La imagen de justos, honestos, demócratas y todo lo virtuoso que se puede hallar en un ser humano, fue la constante durante las campañas, lo increíble sería que así se condujeran una vez ganada la elección.

Candidatos y candidata se dieron gusto con discursos henchidos de retórica, una enorme cantidad de lodo, nuevas y exquisitas formas de seducir conciencias y hacer olvidar el pasado, mítines, pifias, en fin, un abanico de aciertos y barrabasadas, que demuestran que el show llamado política necesita una renovación urgente, la tragicomedia mexicana no da para más.

Lo interesante sería que el 1º de julio la sociedad venciera el abstencionismo, el desánimo, desinformación y hasta el miedo al cambio, y que elegido nuevo gobernante, con la misma responsabilidad se exija cuentas durante su mandato, ¿en qué te gastas el dinero?, ¿dónde está esa magna obra?, ¿qué haces para mejorar la educación?, ¿quién o quiénes son los beneficiados por contratos de licitación o de obra pública?, ¿cuál es el sueldo que te asignaste y el de tus colaboradores?, etcétera.

La democracia no se agota con ir a votar, la democracia por sí sola no resuelve todos los problemas, es un puente para la solución, pero necesita de personas valientes que crucen el puente y llegar a determinado objetivo, definitivamente este 1º de julio está en las manos del pueblo de México decidir su futuro.
Los que voten irán a las urnas mareados de promesas y llenos de esperanzas, pero también hartos de mentiras y simulación, hoy la pelota se encuentra en la cancha del ciudadano, las elecciones que vienen serán las más vigiladas de la historia y las más costosas, en otras palabras, si algo sale mal, todos somos responsables, unos por tramposos y otros por dejarnos trampear.

Nadie con plena conciencia ciudadana podrá decir que vota porque le regalaron despensas, estufas, sombrillas, planchas, tortas, gorras y todas las demás cosas que a la larga sabemos que sale más caro el caldo que las albóndigas, los que votemos tenemos la posibilidad de darle un giro al destino de la patria, México ya ha pasado demasiadas tormentas, el barco necesita llegar a buen puerto para las reparaciones necesarias y volver a perfilar el rumbo.

¡Todos a votar el 1º de julio!, que las generaciones futuras digan de nosotros: “aquel pueblo siempre estuvo por encima de las expectativas de su gobierno”, que nuestros hijos nunca nos echen en cara la sentencia lapidaria: un pueblo tiene el gobierno que se merece.

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