Jesús Víctor García Reyes/CECDMO*
Ese
día fue diferente a los otros. Cansados los CIUDADANOS de tanta
injusticia de los caciques MILLONARIOS al mando del PRIÍSTA CHAHÍN, se
sublevaron en el municipio de ORIZABA.
Durante 50 años habían
soportado las imposiciones que el partido gobernante les venía haciendo,
cada vez que se SIMULABAN ELECCIONES LIBRES. Era tanta su pobreza, su
miseria y falta de perspectivas de un futuro mejor, que ya no podían
aguantar más la TIRANÍA disfrazada de GOBIERNO MUNICIPAL donde se habían
eternizado, por casi 6 años los mismos funcionarios de “alto nivel”
cuyos sueldos oscilaban entre los 25 MIL y 50 MIL PESOS MENSUALES MÁS
PRESTACIONES EXTRAS, VÍATICOS, BONOS, AYUDA PARA GASOLINA,TARJETA
TELEFÓNICA POR MIL PESOS MENSUALES Y DESDE LUEGO, UNA COMPLETÍSIMA
DESPENSA MENSUAL DE 2,500 PESOS para cada uno de los 150 empleados de
confianza del representante del REY en ORIZABA.
Eran tantos los
privilegios, que el PUEBLO ya no sabía cómo pagarlos. El DESPOTISMO de
los funcionarios, incluyendo el CABILDO municipal, fue creciendo día a
día. A los CIUDADANOS se les trataba con la punta del pie, se les
despreciaba, no se les daban audiencias solicitadas en tiempo y forma,
no se TRANSPARENTABAN LAS CUENTAS MUNICIPALES, lo que indicaba gran
corrupción en el gobierno municipal.
CHAHÍN, el virrey de la
nueva España, había consolidado muy bien su poder terrenal,
aprovechándose de la NULA ORGANIZACIÓN CIUDADANA Y DE LA FALTA DE
FORMACIÓN CÍVICA Y POLÍTICA. Sabía este tirano, que los CIUDADANOS NO
EXIGEN SUS DERECHOS PORQUÉ NO LOS CONOCEN, PORQUÉ NUESTRA GENTE EN LA
REGIÓN NO SE ILUSTRA LEYENDO LIBROS DE LA HISTORIA MEXICANA, VERACRUZANA
Y DE ORIZABA.
Se rodeo de súbditos y vasallos. Los súbditos lo
apoyaban porque les autorizaba permisos y prebendas mercantiles, los
protegía con sus policías y agentes de tránsito y hasta les hacía obra
pública en sus calles. Los vasallos, los utilizaba para GOLPEAR a los
oponentes a su poder municipal, eran los policías, inspectores,
ayudantes, secretarios, coordinadores de área, directores de
departamentos, agentes de tránsito y vialidad, administradores de
mercados, etc. Con ellos hizo su círculo de poder para golpear al
CIUDADANO TRABAJADOR Y PAGADOR DE IMPUESTOS.
El rencor de una
CIUDADANÍA enardecida, venía de mucho tiempo atrás. Desde el gobierno
del anterior Virrey JM10 las cosas, en el municipio, se habían tensado.
LOS RICOS Y MILLONARIOS CONTRA LOS POBRES Y MISERABLES. La clase media
había desaparecido desde hace mucho tiempo. Los jóvenes que habían
egresado de universidades públicas y privadas, en edad de trabajar, NO
ENCONTRABAN ¿QUÉ HACER?, los empleados y obreros de tiendas y talleres,
apenas sobrevivían con 500 pesos a la semana, con ello tenían que
sostener la familia de por lo menos 4 personas. Los vendedores
ambulante, ancianos, niños chicleros, las famosas ”marías” qué de la
sierra de Zongolica, venían a vendernos sus verduras, flores y gallinas,
todos ellos eran APALEADOS POR LA GENDARMERÍA AL MANDO DEL
VIRREY CHAHÍN, AMENAZADOS PRIMERO CON IR A LA CARCEL si no acataban los
mandatos “reales de su majestad”.
Ese día fue diferente a los
otros. La madrugada del 15 de Septiembre del año 2013, un enorme
alboroto sacudió la pequeña ciudad de Orizaba. La gente corría
enardecida desde los barrios y colonias, de unidades habitacionales,
traían antorchas encendidas, palos, machetes, escobas, todos gritando
pestes contra el MAL GOBIERNO DEL PRI Y DE SU VIRREY CHAHÍN, quién
pactando con los millonarios de la ciudad habían convenido el acuerdo de
dejar en el gobierno de la ciudad, por 4 años más, a su compadre y
protector político JUAN MANUEL DIEZ, hombre acaudalado y déspota que
acostumbraba humillar a los CIUDADANOS en público.
En las calles
principales de la ciudad, retumbaba el tumulto enardecido, viejitos en
pijama de dormir, jóvenes airosos, con improvisadas sábanas de la cama
pintarrajeadas con leyendas donde se leía, “MUERA LA DICTADURA DE LOS
GACHUPINES”, otra dónde habían escrito con letras rojas, “MAESTROS
UNIDOS JAMAS SERÁN VENCIDOS”, una más, alcancé a leer entre el griterío
de la gente y la oscuridad de la noche, que con letras chuecas
enunciaba “EL FIN DE LA TIRANÍA DE LOS MILLONARIOS EN LA CIUDAD”.
Algunos muy creativos habían improvisado con toallas de baño, rojas y
blancas, sendas banderolas, que ondeaban a más no poder.
Viejos y
jóvenes, mujeres y niños, perros y gatos correteaban entre el gentío
embravecido. A su paso por los periódicos de la CIUDAD, les prendieron
fuego a sus locales y pintaban sus fachadas con leyendas de “PRENSA
VENDIDA AL TIRANO DEBES TU VIDA”, y corrían todos hacia el palacio de
gobierno municipal, sede representativa del poder MONÁRQUICO, púes todos
lo llamaban “EL PALACIO” y no la CASA DEL PUEBLO DE ORIZABA.
De
la colonia Librado Rivera, Moctezuma, Benito Juárez, de los barrios de
san Antonio, san Juan de Dios, del patio de santa Anita, del barrio de
jalapilla, de rincón chico y rincón grande avalanchas de CIUDADANOS se
dejaron venir ahora, contra la GENDARMERÍA DEL VIRREY ubicada en
CIRCUNVALACIÓN. La policía avisada por los chismosos, se disponía, fusil
en mano, a recibir con ráfaga de metralla a un pueblo que, por fin
había levantado la cabeza, después de muchos años de sumisión social.
Habían atrancado las puertas con viguetas de hierro, temerosos de la
INSURRECCIÓN SOCIAL DEL 15 DE SEPTIEMBRE DEL AÑO 2013.
Cómo todos
los tiranos, el Virrey salió huyendo de su lujosa residencia. Cargados
los carruajes con los tesoros acumulados, escapó con su familia y amigos
cercanos y huyó rumbo al puerto de Veracruz. Pero las cosas no le
salieron bien, y fue alcanzado por una manifestación de profesores de la
COORDINADORA DEL MAGISTERIO, quienes con un excelente giro de
caballos, le cerraron el paso obligándolo a regresar al municipio, para
responder ante el PUEBLO ENARDECIDO por su mala conducta y maltrato a
los CIUDADANOS.
Mientras tanto, en la ciudad, las campanas
tocaban a todo vuelo. Eran como las 3 de la madrugada de ese 15 de
Septiembre del año 2013, todo estaba transcurriendo muy de prisa. El
reloj de la HISTORIA no perdona a nadie. El obispo de la diócesis se
había despertado ante tanto alboroto callejero, y preguntando a sus
mozos de casa, se enteró de lo sucedido. En el interior de su alma pensó
“esto tenía que pasar, yo se los advertí muchas veces, el pueblo se
cansa de tanta pinche transa”, y santiguándose volvió ha meterse en su
cama y se durmió.
Pilas de leña se habían amontonado en el parque
APOLINAR CASTILLO, casi enfrente de catedral, el pueblo quería quemar
en leña verde a los tiranos que por tanto tiempo oprimían la PATRIA
CHICA. El pueblo siempre generoso, ahora quería cobrárselas todas de una
vez y para siempre, estaban asqueados de tanta porquería, CORRUPCIÓN,
REPRESIÓN, DESEMPLEO, INSEGURIDAD EN LAS CALLES Y CAMINOS, ahora veían
la oportunidad de hacerse justicia sin necesidad de tribunales
encomendados a los amigos y socios empresariales. Por fin el CIUDADANO
había ABIERTO LOS OJOS, cómo de rayo se le iluminaba la MEMORIA
HISTÓRICA, recogía los agravios de los ambulantes, de los apaleados, de
los que les roban sus mercancías, de los impuestos altos e injustos para
una población donde el salario mínimo es de apenas 60 pesos por 8 horas
de trabajo, sin prestaciones laborales. Estaban hartos de ello.
El
PUEBLO-CIUDADANIZADO ahora veía CLARO en la oscuridad de la noche.
Recordaba los atropellos de Juan Manuel Díez, compadre de Chahín.
Recordaba las palizas que les propinaron a vecinos suyos de los barrios
de santa Gertrudis y Barrio Nuevo hace casi 4 años, por defender la
sacristía de su templo y la memoria de sus muertos en el panteón
municipal JUAN DE LA LUZ ENRÍQUEZ, achicado para dar paso a una avenida
que condujera al gran negocio del Virrey anterior, la modernísima PLAZA
VALLE.
Empezaba a amanecer. Se podían vislumbrar barricadas de
palos, piedras, colchones, cartones, tabiques, escombros por todas
partes. La ciudad ardía en muchos rumbos. Parecía cómo si hubiera caído
una tromba. Árboles cortados y tirados al suelo, impedían el libre paso
de cualquier batallón que pudiera llegar de refuerzo, para auxiliar a
los pocos policías que quedaban disparando desde la barda de su
cuartelillo. Mucha gente había sucumbido por las balas de los esbirros
del Sr. Virrey.
Cuánto dolor, cuánta desolación se observaba a la
redonda. Los estudiantes del “yo soy 132” habían salido de sus barrios y
colonias volanteando en todas direcciones, grupos compactos y bien
organizados por sus dirigentes, sabían cómo influir en los contingentes
enardecidos de CIUDADANOS, por muchos meses se habían preparado
POLÍTICAMENTE para el DÍA DE LA INDEPENDENCIA DE ORIZABA. Estos
muchachos no podían fallar.
Los lidercillos de los partidos
políticos, bien escondidos estaban debajo de sus camas, temblando ante
el FUROR del PUEBLO DE ORIZABA, nunca lo habían visto así, siempre lo
valoraban como timorato y cobarde. Pero NÓ el pueblo de ORIZABA Y SU
REGIÓN eran muy diferentes a lo que siempre habían creído, desde la
tiranía sindical de Daniel Sierra Rivera.
Los diversos conventos
de monjas del municipio atrancaron muy bien sus puertas, en espera de lo
peor que les pudiera ocurrir. Las iglesias esos días NO abrieron sus
puertas. Los comercios del centro histórico permanecieron cerrados
durante la semana trágica, la guerra de INDEPENDENCIA había comenzado en
las conciencias CIUDADANAS, y los habitantes nunca volverían a dejarse
gobernar por VIRREYES, DUQUES Y CONDES, ahora lucharían por la
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, LA RENDICIÓN DE CUENTAS, MEJORES SALARIOS,
VIVIENDA DIGNA Y UNA EDUCACIÓN QUE HICIERA DE SUS HIJOS, CIUDADANOS
EXIGENTES EN SUS DERECHOS Y OBLIGACIONES. NUNCA MÁS LA TIRANÍA DEL
VIRREY. Saludos atentos.
*Coordinador del Centro de Estudios Ciudadanos y del Desarrollo Municipal de Orizaba.
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