Jesús Víctor García Reyes* / DIARIO EL MUNDO
Tengo en mis manos el decreto Federal por el que se declara Zona de Monumentos Históricos a buena parte de la ciudad de Orizaba.
Publicado en el Diario Oficial de la Federación en 1985, por el entonces Presidente de la República Miguel de La Madrid, quien con fundamento en la fracción primera del articulo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y otros artículos de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas; así también la Ley de Asentamientos Humanos, la Federal de Turismo, la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley Orgánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia; todas hacen el marco jurídico normativo que sustenta el decreto como ordenamiento público para que se cumpla.
El decreto hace notar la importancia histórica y arquitectónica de la ciudad de Orizaba. Sus diferentes etapas de su formación social, desde el paso de Hernán Cortés en el siglo XVI hacia la gran Tenochtitlán. Sus construcciones religiosas y civiles de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX (cuatro siglos de historia) así como haber sido escenario de estratégicas batallas contra los conservadores mexicanos, la iglesia conservadora y los invasores franceses.
Reconoce las luchas obreras de 1906 contra el dictador Porfirio Díaz, ser la sede de la Casa del Obrero Mundial y los estilos arquitectónicos de diferentes épocas.
El artículo 3 del decreto, señala que “la zona histórica está formada por 40 manzanas que comprenden edificios del siglo XVI al XIX. Destacan los templos religiosos de San Miguel, San José y su convento, la Soledad, San Antonio, el Carmen y su convento, el Calvario, Santa María, San Juan de Dios y su convento, la Concordia y el ex oratorio de Sn Felipe Neri y Santa Gertrudis”.
Todos los parques de la ciudad, unas 50 casas del centro histórico (entre Madero y Colón), también de la parte norte (12 casas), unas 30 casonas antiguas del sector sur, también 30 casas numeradas de la oriente 2,4 y 6, el templo barroco churrigueresco de Santa Gertrudis del siglo XVII y unas 20 casonas de la zona poniente de la ciudad (también numeradas puntualmente).
En sur 9 y oriente 6 (esquina donde hoy está el negocio transnacional de Mc. Donald’s), está considerado como histórico y NO debió tirarse ninguna casona antigua del lugar.
El artículo quinto del citado decreto Federal establece que: “ TODAS LAS CONSTRUCCIONES QUE SE HAGAN EN LA ZONA DE MONUMENTOS HISTÓRICOS DE LA CIUDAD DE ORIZABA,VER se sujetarán a las condiciones establecidas por la disposiciones legales aplicables, y en todo caso cualquier obra de construcción, restauración o conservación…deberá realizarse PREVIA SOLICITUD del particular ante el INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA” (INAH).
Así mismo indica que: “corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, intervenir, de acuerdo con la ley en la materia, en los casos de obras a realizarse en dicha zona”.
El artículo sexto indica “Corresponde al INAH, vigilar el cumplimiento de lo ordenado por este decreto, en los términos de las disposiciones aplicables”. El articulo octavo señala que: “ inscríbase la presente declaratoria con los planos oficiales respectivos y demás anexos que la integran, en el registro público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricas del INAH, así como en el Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de Orizaba”
Como podemos observar, hay toda una normatividad que protege el patrimonio edificado de la ciudad, lo interesante es que hay que conocerlo para hacerlo valer y así evitar ABUSOS de todo tipo que destruyan la ciudad de Orizaba, como lo han sido algunas partes de ella. Los ciudadanos tenemos derecho a exigir al INAH y NO a otras dependencias ni fideicomisos secundarios el cumplimiento de este DECRETO PRESIDENCIAL. Hay que ir directo con la institución responsable por normativa de ley. Todos estos documentos son de conocimiento PÚBLICO.
De eso se trata el movimiento de PARTICIPACIÓN CIUDADANA activa y autónoma de cualquier CONTROL político y gubernamental. De auto-ayudarse, unos investigando, otros asesorando, otros organizando y TODOS PARTICIPANDO. Ciudadanía que construye día a día una nueva CULTURA CONTRA LA CORRUPCCIÓN, EL AUTORITARISMO, EL USO POLÍTICO DE LA POLICÍA Y LOS MALOS FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO.
*** Politólogo y Dr. en Administración Pública (UNAM, INAP, IAPEP). Sus libros pueden adquirirse en librería el NARDO de ORIZABA.
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